sábado, 31 de octubre de 2015

Halloween

Hoy es un día marcado en los calendarios de mucha gente. La celebración de "Halloween" supone la emersión de los disfraces, las calabazas, los dulces, las historias sobre fantasmas, brujas, demonios... y todo aquello que representa una cara del miedo. Todos estos elementos resultan ingredientes indispensables de un plato a degustar por todos nosotros, en especial para los más pequeños (aunque no siempre es así), en una noche en la que la diversión cala en el ambiente de un modo deformado con las bromas de mal gusto y las gamberradas, disfrutando a través del miedo. También nos brinda la oportunidad de ser otro, ponernos en otra piel y hacer cosas que en otras circunstancias no haríamos. Una noche al año en la que "todo" se permite (y quizás sea por eso por lo que lo soportamos). Para aquellos creyentes en lo oculto, "Halloween" supone una noche en el que el velo que separa la vida de la muerte se desdibuja y se entremezcla, permitiendo que aquellos poderes sobrenaturales que residen en la Tierra actúen con más fuerza que nunca y, en aras de exprimir al máximo su potencial, se llevan a cabo rituales de lo más oscuros. Un día (quiero decir, una noche) en la que vivos, muertos y otros seres desconocidos coexisten y pueden pasar de un plano a otro con la mayor facilidad existente. No obstante, ¿de dónde proviene esta festividad?¿por qué se hacen las cosas que se hacen en esa noche?¿cuál es el sentido de las mismas?... sigue leyendo y lo descubrirás.

La festividad de "Halloween" tiene su origen en los Celtas, un pueblo guerrero que habitaba las zonas de Irlanda, Inglaterra, Escocia y Francia. Como otras culturas antiguas, disponían de un calendario, que era dividido en dos mitades: una luminosa y otra oscura.


Por un lado teníamos la primera de las mitades mencionadas, la de la luz, Beltane, y la otra, la oscura, la que nos interesa, Samhain. El Samhain celebraba el festival de la cosecha, muy ligado a la vida y la muerte, pues la presencia de cosecha significaba alimento y la vida y su ausencia, por el contrario, la muerte. Además, también suponía una transición, un paso de la mitad luminosa a la oscura, y por eso ya desde entonces se creía que vivos y muertos se mezclaban. Surgían apariciones de las sombras, en especial de un animal que hasta la actualidad está asociado con lo tenebroso, lo inquientante, el mal presagio: el murciélago. Dado que por aquel entonces no existía la electricidad y la única fuente de luz que había era la proveniente de las antorchas y hogueras, la aparición del murciélago alrededor de las mismas, debido a la gran cantidad de insectos que las rondaban atraídos por la luz (y una de sus fuentes de alimento), a la par que su condición de animal nocturno, causaba un gran temor entre los celtas. 

Más tarde, fue el cristianismo el siguiente en dar un empujón a esta festividad, adoptando (curiosamente, en lugar de suprimirlas, como cabría esperar) la mayoría de las costumbres paganas con el fin de favorecer la conversión. Una de ellas fue una festividad, el Lemuria, fechado el 13 de mayo como día de todos los santos ("All hallows day") para los romanos. Dado el gran éxito que tuvo, posteriormente se trasladó al día 1 de noviembre para restar fuerza al antiguo Samhain, su víspera, que, con el paso del tiempo, su denominación fue variando. La gente en un principio lo denominó "All hallows evening" (tarde de los santos) y evolucionó hasta "All Hallow even" para acortarse hasta llamarse "Halloween", que es como lo conocemos hoy día. Además, la Iglesia dio un paso más y puso otra festividad, la del 2 de noviembre, como día de todos los cristianos, convirtiéndose en el día de todos los difuntos, un día autorizado por los cristianos en honor a ellos. 

En la Edad Media, los cristianos solían rezar por estas fechas por aquellas almas que se encontraban en el Purgatorio, atrapadas. Existía la creencia de que un número suficiente de oraciones podía permitir que una de esas almas subiese al cielo. Fue entonces cuando los niños (especialmente los más desfavorecidos, los mendigos)  aprovecharon para recorrerse casa por casa pidiendo un dulce, los "pastelillos de alma" (ricos en pasas) a cambio de oraciones para aquellas almas (posible origen del actual "trick or treat?" o "truco o trato" de ahora).
Otra de las muchas preocupaciones de los cristianos eran las brujas, consideradas aliadas de Satán, que a veces sólo resultaban ser solitarias curanderas con remedios poco frecuentes. Fue entonces cuando, cualquier objeto cotidiano del que disponían estas mujeres o "brujas" se dotó de poderes o se relacionaba de forma directa con la magia negra: por un lado, su escoba, como medio de transporte; por otro, el sombrero en forma de pico, que resultaba una variación del sombrero de campo de la época que tenían prácticamente todas las mujeres; también el famoso caldero o "marmita", muy común también en el hogar de cualquiera para cocinar, y que se creía que se utilizaba para hacer todo tipo de pociones o brebajes; por último, el gato negro, asociado también con las brujas, debido a su condición de animal enigmático y relacionado, posteriormente, con la mala suerte y el mal augurio.

Otro de los elementos importantes, las máscaras, se empezaron a utilizar para ocultar la identidad de aquellos que en las fiestas sufrían los efectos de las grandes dosis de alcohol. En el siglo XVII, en Inglaterra, la gente se disfrazaba y se hacían pequeñas representaciones a cambio de comida. Además, también tuvo lugar en este siglo un ataque (más concretamente el día 5 de noviembre de 1605) a las Casas de Parlamento de Londres perpetuado por un hombre, Guido Fowkes, y sus cómplices, para asesinar al rey Jacobo I y al resto de lores de la cámara con dinamita. Su conspiración fracasó y fue arrestado y ejecutado públicamente. Según dicen, también despedazado y arrojado (sus restos) a la hoguera. Desde entonces en Londres se celebra "La noche de Guido Fowkes" o "Noche de las hogueras", que, por la proximidad con Halloween, podría haber tomado prestadas ciertas tradiciones.

"Noche de Guido Fawkes" o  "Noche de las Hogueras" en Londres
También estuvo muy presente en esta festividad por un tiempo la figura del Coco, una especie de fantasma amorfo que atemorizaba a los niños esperando bajo su cama, daba golpes en los cristales, se escondía en las casas tras la puerta para llevárselos...

Pero sin duda, si hay un elemento que más llama la atención de Halloween y que más lo caracteriza es la calabaza. Surge gracias a una historia, la de un hombre, Jack O' Lantern que era tan malvado que fue expulsado del infierno. El demonio, en un ataque de generosidad, le dio un ascua del infierno dentro de un nabo, para que viajase a través del mundo con esta pequeña lámpara. El pequeño nabo de la historia se fue dejando atrás para dar paso a la calabaza, cosechada por estas fechas, y fue así como, mezclando elementos anteriores, se las fue tallando y dando personalidad. El rostro de las "Jack O' Lantern" recuerda mucho a la muerte, a los esqueletos, a lo horripilante,... comenzando de esta manera a aunarse varios de los anteriores elementos.

Poco a poco la fiesta fue consolidándose, hasta el siglo XX, en el que las gamberradas que se hacían en un principio se tornaron en bromas destructivas (pastillas de jabón para que provocar descarrilamientos, incendios, rotura de puertas (algunas de lugares donde había ganado, para que se desperdigara), rotura de cristales con piedras u otros objetos...) hasta que en 1933 tuvo lugar el primer "Halloween Negro" de la historia. Ante tales actos vandálicos el gobierno tomó cartas en el asunto y, gracias a instituciones como las Iglesias y los colegios se empezaron a desarrollar actividades con el fin de satisfacer la sed de bromas de los más jóvenes y evitar este tipo de altercados. Pronto se empezaron a vender los primeros disfraces confeccionados y la televisión y la industria del cine comenzó a hacerse eco de ello. La primera, a través de series de televisión mientras que la segunda, a través de largometrajes como el famoso "La Noche de Halloween", que supuso un hito en género del terror de la época (y que llega hasta nuestros días) alimentando, en cierta manera, el miedo de esa noche y cambiando por completo el significado inicial de la máscara (comentado más arriba).  Los niños, que al principio se disfrazaban de todo tipo de personajes (de televisión, de cómics, ídolos...) empezaron a dar mayor paso a los monstruos, fantasmas, brujas, demonios...que hoy día conocemos. Incluso personajes de la cultura (políticos, por ejemplo).

En la actualidad, una fiesta que se concebió prácticamente en el seno de los más pequeños, ha hecho que se practiquen desfiles de todas las edades en todo el mundo. Antes, eran los niños los protagonistas de esta fiesta; ahora, no existe un perfil comprendido en una edad, pues hasta los propios padres se disfrazan para ir a pedir dulces con sus hijos casa por casa. Quizás, esto, en parte, se deba a la desconfianza que se tiene a los desconocidos, después de una serie de historias (sin saber hasta qué punto son fidedignas o no) de manzanas con cuchillas y caramelos envenenados que han dotado a la fiesta de más temor aún (si cabe). 

El caso es que, al final, esta festividad es la manifestación personificada de los terrores humanos, es la capacidad de ser alguien que no eres y/o quien te gustaría ser, un modo de "hacer frente" a esos miedos que tanto nos atormentan y que se encuentran en los rincones más recónditos de nuestra mente, que nos acechan y están esperando a liberarse en una noche como esta burlándonos de ellos. Cuidado lectores, que esta noche, vuestros peores pesadillas podrían hacerse realidad muahahahaha.

¡Feliz Halloween!.

jueves, 8 de octubre de 2015

"The Pyramid"

Con el fin de estrenar otra sección más del blog, he decidido hablaros de una película que vi hará unas tres semanas aproximadamente y que me dejó con "buen sabor de boca": "The Pyramid" (La pirámide).

Se trata de un filme estrenado el año pasado, en 2014, hace ya casi un año, concretamente el día 5 de diciembre. Aunque la crítica más bien la tachó de "repetitiva" "poco original" y con situaciones "forzadas o inverosímiles" (sin entrar en la crítica que hicieron al propio reparto) para mí ha sido una buena película (no de diez, desde luego) que me ha servido de entretenimiento una noche en la que tenía ganas de evadirme un tanto de la vida rutinaria y meterme en la "piel" de los protagonistas o al menos ser un observador de lo que les ocurre en un buen marco como este. Antes de empezar deciros que, al igual que con la serie "Revenge", nadie me recomendó verla. Mi interés por ella surgió de ver un tráiler orientado al alquiler (previo pago) en la sección de Videoclub de mi operador y decidí aventurarme (y no salí escaldado, que conste). Aunque no dispongo de los conocimientos de un crítico experimentado (puesto que no lo soy), haré un análisis más bien normalito, y luego ya cada uno que se guarde lo que considere, decida aventurarse como yo o no hacerlo, aunque creo que nunca se pierde nada si la ves en casa o con amigos, salvo tiempo, en el caso de que no te agrade.

Ya de entrada nos sitúa en pleno Egipto, una expedición financiada de por medio y una pirámide que se ha descubierto recientemente (el contexto temporal en el que se desarrollan los hechos coincide con el año de estreno, el 2014) que cuenta con una peculiaridad, cuanto menos, intrigante: no tiene cuatro caras, sino tres, de manera que, en lugar de ser una pirámide cuadrangular (un cuadrado como base), tiene un triángulo de base, por lo que se trata de una pirámide triangular (ya de primeras saben captar la atención del espectador). Para una persona de a pie con ciertos conocimientos del mundo egipcio se sabe que hay pocas excepciones en cuanto a la construcción de pirámides (la única que se me viene a la cabeza inmediatamente es la pirámide escalonada de Saqqara) por lo que han sabido cómo empezar a suscitar el interés por continuar con la historia desde el punto de vista de nosotros como observadores.

Pirámide de Saqqara, la más antigua y excepcional en su especie
Pues bien, el famoso equipo la desentierra y, tratando de encontrar un posible acceso a la misma, caen en una antigua trampa egipcia que consiste en meter cierto componente tóxico a modo de gas que sale disparado a presión al exterior una vez se intenta acceder. En la película se ve que los efectos de éste eran convulsiones aunque en otras parecidas del género actuaba a modo de potente ácido que quemaba la piel (desconozco si están basadas en trampas reales o son pura invención hollywoodense, pues lo he visto en varias) y es aquí cuando imagino que, como en muchas otras ocasiones, la curiosidad humana (como yo siempre he dicho) es un combustible de lo más potente por lo que, a la par que los "protas" piensas "y ¿por qué no seguir con la expedición, a ver qué ocurre?". La primera traba surge a los pocos minutos de la película, cuando les ordenan abandonar el lugar, lo que motiva aún más a nuestras "estrellas del momento" a quedarse, en contra de todo pronóstico. Aunque muchos ya pensaréis "esta es la típica historia en la que ahora entran a la pirámide y no sale ninguno o sólo unos pocos vivos de milagro" pues, nos vuelve a sorprender y quien entra de primeras a la antigua construcción es un pequeño compañero robótico con un equipamiento propio de la NASA (nada más y nada menos). Los protagonistas explican (de forma indirecta, claro) que allá abajo debe de haber unos niveles de oxígeno bajos e incluso creo que llegan a hablar de altos niveles de radiación (por la cantidad de tiempo que permanece cerrado). Entra el robot (muy gracioso, por cierto, y me recuerda un poco a Wall-E) y llega un momento en el que "algo" lo ataca dejando sin imagen al equipo, que está en el exterior (seguro que son ratas, como se creen).

¿No es demasiado grande para ser una rata?
He aquí la excusa perfecta para que se adentren ellos mismos, empujados por el "encargado" del material del robot (muy caro, como es de esperar). Sólo entran y, tras varios minutos, se dan cuenta de que están "perdidos". Los largos pasillos y cruces del interior, diseñados (y esto sí que forma parte de la realidad) para seguir perpetuando el descanso eterno de sus faraones hacen para aquel que no ha estado jamás en ellos le resulte complicadísimo (si no imposible) orientarse de algún modo. Al rato encuentran (milagrosamente) a nuestro mecanizado amiguito (destrozado por lo que quiera que le haya atacado) y, piensan "ya que estamos aquí...". Continúan su exploración hasta llegar a una cámara cerrada que, para su sorpresa, se derrumba bajo sus propios pies, adentrando a un nivel inferior a (ya en este punto de la película) nuestros compañeros de aventuras. Uno de ellos queda atrapado con escombros y, ante la excusa de "vamos a buscar ayuda, quédate aquí solo" siguen adentrándose aún más "buscando una salida".

A lo largo del camino empiezan a sufrir ataques de ese mismo algo que atacó a nuestro Wall-E real, y se descubre el misterio, aunque surgen otros cuantos que te mantienen atento a lo que sigue. Ya tirando hacia el final descubres la relación que tiene todo con la mitología egipcia (tranquilos, que si queréis verla no os lo destriparé) y fue ahí, donde verdaderamente me hizo reflexionar.

Si os animáis llegaréis a atar más cabos que si os quedáis en esta simple entrada y en mi reflexión. En mi caso hizo que me replanteara el por qué de las creencias (no en general, que ese es otro tema) politeistas (en varios dioses). Creo que como todo, tendría su razón, y quizás los egipcios pensasen "¿para qué tener un Dios que controle todo pudiendo tener uno para cada cosa?" y algo así pensarían los griegos y romanos después de ellos. La primera característica que les diferencia de los últimos es que eran dioses mitad humanos mitad animales, lo que les dota, en primer lugar, de esa combinación entre lo más racional y lo más instintivo, algo "supremo" con respecto al resto de deidades de otras culturas.

No obstante, para alguien como yo que se cree que las cosas no ocurren porque sí, me empiezo a replantear si verdaderamente esa creencia tendría algún tipo de base "real" (ver la película y lo entenderéis). Quizás no algo tan fantástico como lo que se podría creer de primeras (ver un hombre con cabeza de halcón), pero sí algo que les motivase a tener más de un Dios, y, lo más importante, que les dotase a cada uno de su propia identidad (el Dios Toth con cabeza de ibis el encargado de la música, los hechizos, las ciencias...; el dios Ra con cabeza de halcón la deidad vinculada al Sol; Anubis, mitad hombre mitad chacal asociado a la protección de los muertos...).


También creo que está estrechamente relacionado con la visión que tenían de la muerte (en la producción se hace referencia), que lo veían como un viaje, facilitando al difunto todo tipo de objetos, artefactos, alimentos....que hiciesen de su viaje una travesía confortable y, en última instancia, el juicio con la balanza en la que se colocaba, a un lado, la pluma de Maat (la verdad y la justicia) y al otro, el corazón del fallecido (escena del juicio de Osiris de "El libro de los muertos"), y pobre para aquel que su corazón pesase menos, ya que era devorado por una bestia, Ammyt, que surgía de la mezcla de varias partes de varios animales y sólo su aspecto es aterrador.

De izda a dcha: primera, el difunto acompañado por Anubis; a continuación, Anubis, la balanza con el corazón a la izda y la pluma a la derecha y la bestia Ammyt, esperando; por último, el fallecido entre Toth y Horus frente a Osiris (sentado).

Ammyt, la famosa devoradora de corazones
Además me ha hecho darme cuenta de que al final siempre reside esa esencia de moralidad, algo que, a pesar de la evolución de las culturas y por ende, los dioses, ha perdurado en el tiempo con el fin de "mantener en el buen camino al individuo si no quiere consecuencias nefastas en el plano no terrenal" una "elección" (aunque en cierta forma también resulta imposición, pues si no sigues el "buen camino" no sólo se te castiga sino también se te priva de todo lo bueno de esa vida) que se encuentra motivada por el miedo al castigo, evitando el fatídico destino y accediendo a la vida eterna por la puerta grande (y nunca mejor dicho). Ahí os dejo con ello.

Gracias y ¡hasta la próxima!.