jueves, 8 de octubre de 2015

"The Pyramid"

Con el fin de estrenar otra sección más del blog, he decidido hablaros de una película que vi hará unas tres semanas aproximadamente y que me dejó con "buen sabor de boca": "The Pyramid" (La pirámide).

Se trata de un filme estrenado el año pasado, en 2014, hace ya casi un año, concretamente el día 5 de diciembre. Aunque la crítica más bien la tachó de "repetitiva" "poco original" y con situaciones "forzadas o inverosímiles" (sin entrar en la crítica que hicieron al propio reparto) para mí ha sido una buena película (no de diez, desde luego) que me ha servido de entretenimiento una noche en la que tenía ganas de evadirme un tanto de la vida rutinaria y meterme en la "piel" de los protagonistas o al menos ser un observador de lo que les ocurre en un buen marco como este. Antes de empezar deciros que, al igual que con la serie "Revenge", nadie me recomendó verla. Mi interés por ella surgió de ver un tráiler orientado al alquiler (previo pago) en la sección de Videoclub de mi operador y decidí aventurarme (y no salí escaldado, que conste). Aunque no dispongo de los conocimientos de un crítico experimentado (puesto que no lo soy), haré un análisis más bien normalito, y luego ya cada uno que se guarde lo que considere, decida aventurarse como yo o no hacerlo, aunque creo que nunca se pierde nada si la ves en casa o con amigos, salvo tiempo, en el caso de que no te agrade.

Ya de entrada nos sitúa en pleno Egipto, una expedición financiada de por medio y una pirámide que se ha descubierto recientemente (el contexto temporal en el que se desarrollan los hechos coincide con el año de estreno, el 2014) que cuenta con una peculiaridad, cuanto menos, intrigante: no tiene cuatro caras, sino tres, de manera que, en lugar de ser una pirámide cuadrangular (un cuadrado como base), tiene un triángulo de base, por lo que se trata de una pirámide triangular (ya de primeras saben captar la atención del espectador). Para una persona de a pie con ciertos conocimientos del mundo egipcio se sabe que hay pocas excepciones en cuanto a la construcción de pirámides (la única que se me viene a la cabeza inmediatamente es la pirámide escalonada de Saqqara) por lo que han sabido cómo empezar a suscitar el interés por continuar con la historia desde el punto de vista de nosotros como observadores.

Pirámide de Saqqara, la más antigua y excepcional en su especie
Pues bien, el famoso equipo la desentierra y, tratando de encontrar un posible acceso a la misma, caen en una antigua trampa egipcia que consiste en meter cierto componente tóxico a modo de gas que sale disparado a presión al exterior una vez se intenta acceder. En la película se ve que los efectos de éste eran convulsiones aunque en otras parecidas del género actuaba a modo de potente ácido que quemaba la piel (desconozco si están basadas en trampas reales o son pura invención hollywoodense, pues lo he visto en varias) y es aquí cuando imagino que, como en muchas otras ocasiones, la curiosidad humana (como yo siempre he dicho) es un combustible de lo más potente por lo que, a la par que los "protas" piensas "y ¿por qué no seguir con la expedición, a ver qué ocurre?". La primera traba surge a los pocos minutos de la película, cuando les ordenan abandonar el lugar, lo que motiva aún más a nuestras "estrellas del momento" a quedarse, en contra de todo pronóstico. Aunque muchos ya pensaréis "esta es la típica historia en la que ahora entran a la pirámide y no sale ninguno o sólo unos pocos vivos de milagro" pues, nos vuelve a sorprender y quien entra de primeras a la antigua construcción es un pequeño compañero robótico con un equipamiento propio de la NASA (nada más y nada menos). Los protagonistas explican (de forma indirecta, claro) que allá abajo debe de haber unos niveles de oxígeno bajos e incluso creo que llegan a hablar de altos niveles de radiación (por la cantidad de tiempo que permanece cerrado). Entra el robot (muy gracioso, por cierto, y me recuerda un poco a Wall-E) y llega un momento en el que "algo" lo ataca dejando sin imagen al equipo, que está en el exterior (seguro que son ratas, como se creen).

¿No es demasiado grande para ser una rata?
He aquí la excusa perfecta para que se adentren ellos mismos, empujados por el "encargado" del material del robot (muy caro, como es de esperar). Sólo entran y, tras varios minutos, se dan cuenta de que están "perdidos". Los largos pasillos y cruces del interior, diseñados (y esto sí que forma parte de la realidad) para seguir perpetuando el descanso eterno de sus faraones hacen para aquel que no ha estado jamás en ellos le resulte complicadísimo (si no imposible) orientarse de algún modo. Al rato encuentran (milagrosamente) a nuestro mecanizado amiguito (destrozado por lo que quiera que le haya atacado) y, piensan "ya que estamos aquí...". Continúan su exploración hasta llegar a una cámara cerrada que, para su sorpresa, se derrumba bajo sus propios pies, adentrando a un nivel inferior a (ya en este punto de la película) nuestros compañeros de aventuras. Uno de ellos queda atrapado con escombros y, ante la excusa de "vamos a buscar ayuda, quédate aquí solo" siguen adentrándose aún más "buscando una salida".

A lo largo del camino empiezan a sufrir ataques de ese mismo algo que atacó a nuestro Wall-E real, y se descubre el misterio, aunque surgen otros cuantos que te mantienen atento a lo que sigue. Ya tirando hacia el final descubres la relación que tiene todo con la mitología egipcia (tranquilos, que si queréis verla no os lo destriparé) y fue ahí, donde verdaderamente me hizo reflexionar.

Si os animáis llegaréis a atar más cabos que si os quedáis en esta simple entrada y en mi reflexión. En mi caso hizo que me replanteara el por qué de las creencias (no en general, que ese es otro tema) politeistas (en varios dioses). Creo que como todo, tendría su razón, y quizás los egipcios pensasen "¿para qué tener un Dios que controle todo pudiendo tener uno para cada cosa?" y algo así pensarían los griegos y romanos después de ellos. La primera característica que les diferencia de los últimos es que eran dioses mitad humanos mitad animales, lo que les dota, en primer lugar, de esa combinación entre lo más racional y lo más instintivo, algo "supremo" con respecto al resto de deidades de otras culturas.

No obstante, para alguien como yo que se cree que las cosas no ocurren porque sí, me empiezo a replantear si verdaderamente esa creencia tendría algún tipo de base "real" (ver la película y lo entenderéis). Quizás no algo tan fantástico como lo que se podría creer de primeras (ver un hombre con cabeza de halcón), pero sí algo que les motivase a tener más de un Dios, y, lo más importante, que les dotase a cada uno de su propia identidad (el Dios Toth con cabeza de ibis el encargado de la música, los hechizos, las ciencias...; el dios Ra con cabeza de halcón la deidad vinculada al Sol; Anubis, mitad hombre mitad chacal asociado a la protección de los muertos...).


También creo que está estrechamente relacionado con la visión que tenían de la muerte (en la producción se hace referencia), que lo veían como un viaje, facilitando al difunto todo tipo de objetos, artefactos, alimentos....que hiciesen de su viaje una travesía confortable y, en última instancia, el juicio con la balanza en la que se colocaba, a un lado, la pluma de Maat (la verdad y la justicia) y al otro, el corazón del fallecido (escena del juicio de Osiris de "El libro de los muertos"), y pobre para aquel que su corazón pesase menos, ya que era devorado por una bestia, Ammyt, que surgía de la mezcla de varias partes de varios animales y sólo su aspecto es aterrador.

De izda a dcha: primera, el difunto acompañado por Anubis; a continuación, Anubis, la balanza con el corazón a la izda y la pluma a la derecha y la bestia Ammyt, esperando; por último, el fallecido entre Toth y Horus frente a Osiris (sentado).

Ammyt, la famosa devoradora de corazones
Además me ha hecho darme cuenta de que al final siempre reside esa esencia de moralidad, algo que, a pesar de la evolución de las culturas y por ende, los dioses, ha perdurado en el tiempo con el fin de "mantener en el buen camino al individuo si no quiere consecuencias nefastas en el plano no terrenal" una "elección" (aunque en cierta forma también resulta imposición, pues si no sigues el "buen camino" no sólo se te castiga sino también se te priva de todo lo bueno de esa vida) que se encuentra motivada por el miedo al castigo, evitando el fatídico destino y accediendo a la vida eterna por la puerta grande (y nunca mejor dicho). Ahí os dejo con ello.

Gracias y ¡hasta la próxima!. 

1 comentario:

  1. Ya me has despierto la curiosidad.... :) me la apunto!!! Muy buena entrada!

    ResponderEliminar